Ingredientes:
º mantequilla blanda. 100 gr
º azúcar molida. 1/2 taza
º azúcar negra. 1/2 taza
º huevo. 1
º esencia de vainilla. 1 cucharadita
º harina. 1 taza y 2 cucharadas
º sal. un poquito así
º bicarbonato de sodio. 1/2 cucharadita
º nueces picadas grueso. 1/2 taza
º trocitos de chocolate. 1/2 taza
Comencemos con estas morochitas, ideales para acompañar el té, el café o para integrar la merienda de los chicos. Tamice en un bol la taza de harina junto con el poquitito así de sal y la media cucharadita de bicarbonato de sodio. Unale la media taza de nueces picadas grueso y la media taza de trocitos de chocolate. Reserve y sígame.
Agregue al batido el huevo entero y la cucharadita de esencia de vainilla. Vuelva a batir hasta integrarlos bien. Unale al batido la harina que tamizó antes con el bicarbonato de sodio y luego mezcló con las nueces y los trocitos de chocolate. Mezcle con fuerza para distribuir bien todos los ingredientes (queda, realmente... ¡un verdadero mazacote!)
Enmanteque y enharine en forma pareja placas para horno. Distribuya la mezcla de morochitas sobre las fuentes, de a cucharaditas medianas, convenientemente espaciadas entre sí, porque al cocinarse adquirirán más volumen y no conviene que se peguen. No se preocupe si las masitas quedan con forma irregular: ¡lo bueno siempre corre por dentro!
Cocine las masitas en horno caliente hasta que se noten sequitas por fuera (y no le digo "doradas" porque de nacimiento ya son morochitas...). Retire la placa del horno y levante las galletitas con espátula con cuidado y suavidad. Notará que al enfriarse tomarán textura crujiente. Siga cocinando el resto de morochitas del mismo modo... ¡y corra a preparar el té!
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