Rollitos de canela

para 8 o 9 rollitos

Ingredientes:
Para el relleno
º  3 cucharaditas de canela
º  125 g de azúcar moreno
º  50 g de azúcar granulado
º  Una pizca de sal
º  1 cucharada de mantequilla derretida

Para la masa
º  350 g de harina blanca, más una cantidad extra para amasar
º  2 cucharadas de azúcar granulado
º  1  1/4 cucharadita de levadura en polvo
º  1 / 2 cucharadita de bicarbonato sodio
º  1 / 2 cucharadita de sal
º  300 ml de suero de leche
º  100 g de mantequilla derretida

Para la cobertura (opcional)
º  200 g de azúcar glas para preparar azúcar glaseado con agua

Utensilios:
º  Molde de silicona, redondo o cuadrado, de 20,5 cm
º  Bandeja de horno

Preparación:
Precalentar el horno a 220ºC. Poner el molde de silicona sobre una bandeja de horno. Mezclar la canela, los azúcares y la sal en un bol. Incorporar la mantequilla y mezclar hasta lograr una textura similar a la arena fina. Reservar.

Mezclar la harina, el azúcar, la levadura en polvo, el bicarbonato sódico y la sal en un bol grande. Batir el suero de leche y dos cucharadas de la mantequilla derretida en una jarra. Incorporar esta mezcla a la de ingredientes secos, con ayuda de una cuchara de madera, y remover hasta que quede una masa poco espesa. Colocarla sobre una superficie enharinada y amasarla durante 1 o 2 minutos, hasta que quede sin grumos.

Presionar la masa con las manos para formar un rect.ngulo de 23 x 30,5 cm. Pintarlo con dos cucharadas de mantequilla derretida. Repartir el relleno por encima, dejando un borde de 1 cm alrededor, y presionarlo sobre la masa. Con ayuda de una espátula, separar la masa de la superficie de trabajo y, desde el lado largo, enrollarla en forma de cilindro. Pellizcar la línea de unión para sellarla y cortar la masa en ocho porciones, si se utiliza un molde redondo, o en nueve, si se usa uno cuadrado. 

Disponer las porciones en el molde, con  el lado del corte hacia arriba. Pintar la superficie con la mantequilla que haya sobrado. Hornear durante 20-25 minutos, hasta que los bordes se doren.  Dejar enfriar un poco y, a continuación, pasar los rollitos a una rejilla. 

Se pueden servir y degustar calientes, o esperar a que estén completamente fríos y cubrirlos con el azúcar glaseado al agua antes de servirlos.